UGT Extremadura reivindica impulsar los salarios para que los asalariados extremeños no pierdan poder adquisitivo, ante la posible subida de los precios que se puede registrar en los próximos meses debido a la escalada de aranceles a nivel mundial que puede incidir negativamente en el crecimiento económico y el control de la inflación.

El sindicato defiende la subida del 3% para los convenios colectivos que se firmen en el 2025 como establece el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), incorporando cláusulas de revisión con incrementos de hasta un 1% en caso de que el IPC interanual al cierre del mismo fuese superior. 

El nivel de precios en febrero en Extremadura creció un 0,3% mensual. La tasa interanual de inflación se coloca en el 2,7%. Son tres meses consecutivos de escalada interanual de los precios en la región. El dato del 2,7% de inflación anual muestra que los precios siguen en niveles que Extremadura se mantienen relativamente estables y continúan, afortunadamente, por debajo de la media nacional que sube hasta el 3%. 

En febrero se registra en Extremadura una evolución al alza de los precios de los alimentos (0,7%), sigue creciendo el precio de la electricidad (0,4%) y se aprecia un encarecimiento de los precios de restauración junto con los servicios de alojamiento (0,9%) y de los carburantes. (0,2%). Se trata de una tendencia que comienza a ser preocupante y que puede agravarse en los próximos meses. 

El grupo que más se ha moderado en febrero es el vestido y calzado que baja en un 3%, causado por el final del periodo de rebajas de invierno. Asimismo, se constata como positivo el que la inflación subyacente, la más estructural, se modere hasta el 2,2%. 

Los precios energéticos siguen desempeñando un papel clave en la evolución del IPC. A pesar de la relativa contención general de los precios hay epígrafes como el de la electricidad que refleja que los precios están un 12,4% más caros en Extremadura que hace un año, muy por encima del 9,8% nacional. La vuelta del IVA de la electricidad al 21% desde principios de año ha sido un componente que, sin duda, ha presionado en este repunte. Esto se une al negocio especulativo de la vivienda cuya evolución difiere de la seguida por la economía real y la de los hogares. Es esencial ajustar el precio de la vivienda para blindar su función social.