Patro Sánchez: “La igualdad no se negocia, se conquista. Las mujeres no estamos pidiendo permiso: estamos tomando la palabra”

La secretaria general de UGT Extremadura ha intervenido en el Tercer Encuentro de Mujeres Dirigentes de UGT, donde ha reivindicado un sindicalismo feminista, transformador y valiente, “el que no se queda en los discursos, sino el que incomoda”

Fecha: 18 Jun 2025

Paro Sánchez
La secretaria general de UGT Extremadura, Patro Sanchez, durante su intervención en la mesa redonda.

La secretaria general de UGT Extremadura, Patro Sánchez, ha intervenido en el Tercer Encuentro de Mujeres Dirigentes 2025 de UGT, celebrado en Zaragoza, unas jornadas centradas en los retos de la igualdad entre mujeres y hombres, el papel de las mujeres en el diálogo social y la negociación colectiva.

Con una intervención cargada de firmeza, experiencia y compromiso, Patro Sánchez ha reivindicado un sindicalismo feminista, transformador y valiente, que no rehúya los cambios internos necesarios para hacer realidad una igualdad efectiva y no solo formal.

“Soy secretaria general de UGT en Extremadura, pero antes que eso, soy mujer, trabajadora y sindicalista de base. Sé lo que cuesta abrirse paso en un entorno donde muchas veces hay que demostrar el doble para que te reconozcan la mitad”, ha comenzado. “No hablo de igualdad desde la teoría, sino desde la experiencia. Porque sé lo que es romper techos... y también suelos pegajosos”.

Durante su intervención, Sánchez ha destacado que aún persisten resistencias a ceder espacios de poder a las mujeres. “Hay compañeros que hablan de igualdad con mucha soltura, pero cuando una mujer alza la voz o plantea una forma distinta de liderazgo, todavía incomoda. No estamos aquí para rellenar cuotas, estamos para liderar, transformar y decidir. Y eso hay que asumirlo, también dentro de nuestra propia casa”.

Ha recalcado que, pese a los avances, aún persisten injusticias estructurales: la falta de relevo generacional con enfoque feminista, el acceso desigual a puestos de poder, dinámicas tradicionales que penalizan liderazgos diversos, y una falta de implicación generalizada en la lucha por la igualdad.

Un modelo laboral profundamente desigual

Respecto a los desafíos en el ámbito laboral, Patro Sánchez ha sido contundente: “No hablamos de pequeños ajustes. Hablamos de una estructura laboral que se sostiene sobre la desigualdad”.

En este sentido, ha denunciado la persistente brecha salarial, la precariedad en sectores feminizados, la violencia y acoso en el trabajo, y el peso de los cuidados no remunerados que sigue recayendo sobre las mujeres.

“La igualdad en el trabajo no se va a conquistar pidiendo permiso. Se conquista luchando, negociando y organizando. Y ahí el sindicalismo tiene una responsabilidad enorme”.

UGT, ha recordado, defiende medidas como la reducción de la jornada laboral, la corresponsabilidad real y el fortalecimiento de los servicios públicos como herramientas clave para liberar a las mujeres de la doble jornada invisible.

Liderazgos con conciencia de clase y perspectiva feminista

Sánchez también ha compartido su propia experiencia en el sindicato, reconociendo que no imaginaba alcanzar el cargo que hoy ostenta, y recordando las dudas que muchas mujeres enfrentan antes de dar el paso hacia la responsabilidad.

“El ‘síndrome de la impostora’ nos hace creer que no merecemos los logros. Pero no estamos aquí por suerte: estamos por méritos, por compromiso y por capacidad”.

También subrayó la importancia del apoyo familiar y social, que en su caso fue clave, y animó a más mujeres a asumir liderazgos desde una visión feminista, intergeneracional y con conciencia de clase.

Patro Sánchez ha finalizado su intervención con una apelación directa al cambio interno dentro del sindicalismo: “El sindicalismo que transforma no es el que se queda en los discursos, sino el que incomoda, levanta la voz y defiende a quien nadie defiende. La igualdad no se negocia: se conquista. Y en eso, las mujeres no estamos pidiendo permiso. Estamos tomando la palabra. Y no vamos a soltarla”.
 

Fuente: UGT Extremadura