UGT Extremadura denuncia que la prevención de riesgos laborales se está abordando de forma superficial y con falta de compromiso por parte de muchas empresas, lo que sigue dejando cifras inasumibles de accidentes y muertes en el trabajo. En lo que llevamos de año se han producido 8 accidentes mortales que, aunque supone un descenso del 27,3%, “sigue siendo una cifra intolerable para una comunidad como Extremadura”, ha denunciado la secretaria de Salud Laboral y Políticas Sociales, Mª José Ladera.

Pese a que los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social reflejan un descenso del 4,64% en el número total de accidentes laborales durante el primer cuatrimestre de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior, la situación continúa siendo grave y requiere actuaciones urgentes y decididas.

En estos cuatro primeros meses del año se han registrado 3.552 accidentes laborales en la región. La bajada se debe, principalmente, a la reducción de los accidentes en jornada (-5,06%), mientras que los accidentes in itinere se mantienen prácticamente sin cambios.

Los índices de incidencia de la siniestralidad en jornada continúan por encima de la media nacional: 218,8 frente a 198,2, y lo más preocupante es que la incidencia mortal (0,537) duplica con creces la media estatal (0,235), lo que refleja una grave desprotección en materia de seguridad laboral.

El sector servicios acumula el 50% de los accidentes con baja (1.638 casos), mientras que el resto se reparte entre agricultura (16,38%), industria (16,87%) y construcción (16,6%). 

Actividades con mayor siniestralidad

Las cinco actividades con mayor siniestralidad son construcción (542 accidentes), agricultura (535), industria manufacturera (474), comercio (386) y actividades sanitarias (253). Estos sectores se caracterizan por la alta temporalidad, precariedad laboral y predominancia de microempresas, lo que dificulta una prevención eficaz y una formación adecuada en riesgos laborales.

Desde UGT Extremadura se insiste en que la mera existencia de una ley no basta si no se garantiza su cumplimiento. Por ello, el sindicato exige una renovación profunda de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que se adapte a las nuevas realidades del trabajo, un refuerzo de los medios y personal de la Inspección de Trabajo, para asegurar un control efectivo, y la creación e implantación de delegados de prevención sectoriales y territoriales, que puedan cubrir a plantillas sin representación sindical.

“Los entornos laborales seguros son un derecho fundamental y no una opción”, ha afirmado Mª José Ladera, quien ha hecho un llamamiento a priorizar la salud y seguridad por encima de cualquier interés económico. “Sin una apuesta decidida, las cifras seguirán demostrando el fracaso del sistema de prevención en la región”, ha concluido.