El teletrabajo tiene escasa implantación en Extremadura donde lo ejerce un 3,3% de las personas trabajadoras
UGT Extremadura urge su impulso y regulación en los convenios para no mantener a la región en la cola y para garantizar la desconexión digital, la conciliación y la prevención de riesgos psicosociales.
Fecha: 29 Dic 2025
El teletrabajo se ha consolidado en España como una forma habitual de prestación laboral desde la pandemia, pero su implantación en Extremadura sigue siendo muy reducida. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 21,15% de las empresas extremeñas permite esta modalidad, frente al 37,45% de la media nacional, y únicamente el 3,3% de las personas trabajadoras la ejerce de forma regular.
Ante esta situación, UGT Extremadura considera necesario impulsar el teletrabajo con derechos y garantías, incorporando su regulación a los convenios colectivos y asegurando que esta modalidad se realice en condiciones de igualdad con respecto al trabajo presencial.
Francisco Morcillo, secretario de Política Institucional y Empleo de UGT Extremadura, ha subrayado que “el teletrabajo puede ser una gran herramienta para mejorar la conciliación, reducir desplazamientos y atraer talento a nuestra región, pero solo si se hace con derechos y dentro de un marco regulado”.
Desde el sindicato se insiste en que el teletrabajo debe contemplar aspectos clave como el derecho a la desconexión digital, la igualdad de trato y oportunidades, la prevención de riesgos psicosociales —como el estrés, la fatiga o el aislamiento— y la incorporación de la perspectiva de género para evitar la doble jornada y favorecer la corresponsabilidad.
En palabras de Morcillo, “no puede haber trabajadores de primera y de segunda según trabajen en casa o en la oficina. Es fundamental garantizar que las personas que teletrabajan tengan exactamente los mismos derechos laborales, salariales y de promoción profesional”.
La organización sindical también recuerda que la Ley 10/2021, de 9 de julio, regula el trabajo a distancia y deja en manos de la negociación colectiva el desarrollo de muchos aspectos esenciales, como la compensación de gastos, el derecho a la reversibilidad o la dotación de medios técnicos.
En Extremadura, la presencia del teletrabajo en los convenios colectivos sigue siendo testimonial, centrada sobre todo en el sector público, con referencias en los convenios de FUNDECYT, la Fundación Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón y la empresa pública GPEX.
Por ello, UGT Extremadura continuará trabajando en las mesas de negociación para que los futuros convenios incorporen Códigos de Buenas Prácticas que garanticen el ejercicio de derechos laborales, la desconexión digital, la protección frente al ciberacoso y la salud física y mental de las personas teletrabajadoras.
“El teletrabajo ha venido para quedarse y puede ser una palanca de modernización y atracción de talento para Extremadura, siempre que se impulse desde la negociación, la igualdad y la salud laboral. Ni empresas ni trabajadores pueden imponerlo de forma unilateral: hay que pactarlo”, ha remarcado Morcillo, quien ha dicho que “muchas compañías dicen no encontrar mano de obra cualificada, pero no ofrecen condiciones como el teletrabajo, muy valoradas por las plantillas”.