El descenso del paro registrado en mayo en Extremadura, con 2.034 personas menos en las listas del desempleo, es una buena noticia en apariencia, pero insuficiente si miramos más allá del dato coyuntural. El paro baja por el efecto estacional, gracias a la campaña de verano y al empuje de sectores como la hostelería y el turismo. Pero una vez más, se confirma la fragilidad estructural del mercado laboral extremeño.

El secretario de Política Institucional y Empleo, Francisco Morcillo, ha valorado que el desempleo baje de la barrera de los 70.000 parados, pero ha advertido de que una vez que pasen los meses estivales volveremos a estar por encima de esa cifra. “Lo deseable es -ha dicho- que se estabilicen esos datos que es lo que nos cuesta en la región”

Morcillo también ha denunciado que la región continúa a la cola en creación de empleo a nivel estatal, con apenas 248 nuevos empleos al mes y un paro crónico que golpea con dureza a las mujeres y a las personas mayores de 45 años, por ello ha vuelto a abogar por “una discriminación positiva en las políticas de empleo para estos segmentos de población con más dificultades para encontrar trabajo”.

En este sentido, el secretario de Empleo ha recordado que, aunque en mayo se registró un descenso del empleo femenino, el 65% de las personas desempleadas en Extremadura son mujeres, por lo que la brecha de género en el acceso al empleo sigue sin cerrarse.

UGT Extremadura también muestra su preocupación porque casi la mitad del paro en Extremadura corresponde a mayores de 50 años, cuya salida del desempleo es cada vez más difícil. Por ello Morcillo ha reclamado medidas de discriminación positiva para que no sean condenados al olvido.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, aunque creció en 4.390 personas en mayo, Extremadura apenas suma 2.975 afiliados más en un año, lo que supone un pírrico 0,72% de incremento, muy por debajo del 2,17% nacional.

Por sectores, el grueso de la bajada del paro se concentra en el sector servicios, especialmente en bares, restaurantes y administración pública. Sin embargo, buena parte de estos empleos son estacionales, mal remunerados y marcados por una elevada rotación. Más del 72% de los contratos firmados en mayo fueron temporales, y un tercio de ellos no superó los 15 días de duración. La contratación indefinida ha caído al 27,72%.

Por una verdadera transformación del modelo laboral

UGT Extremadura reclama una transformación real del modelo productivo de la región, más allá del turismo y la agricultura estacional. Urge reforzar el servicio público de empleo con más medios, personal y orientación personalizada. Apostar por la formación cualificada y sectores industriales de futuro es una tarea inaplazable.

Asimismo, exige un reparto más justo de la riqueza. Mientras las empresas aumentan sus márgenes, los trabajadores siguen encadenando contratos precarios. Por eso, es imprescindible avanzar en la reducción de la jornada laboral máxima legal.